Cómo tratar la piel irritada
Si tienes una piel irritada, que constantemente se enrojece, se inflama y te provoca comezón, lo primero que debes comprobar es si tu piel tiene un estado óptimo de hidratación. Si quieres conocer más sobre este padecimiento y cómo tratarlo, aquí te lo contamos.
La piel irritada suele provocar malestar, y dependiendo de la gravedad, en algunas ocasiones puede incluso provocar dolor. Son muchas las causas que la pueden provocar, como que tu piel entre en contacto con alguna sustancia, superficie o material que provoque una reacción, pero las principales causas que la provocan son:
· Cambios bruscos de temperatura, es decir cambiar de frío a calor.
· Exponerse al sol, el sol es bueno para nuestra piel, pero en exceso y sin una adecuada protección solar, puede dañarla.
· Algunas prendas o telas pueden provocar alergia. Incluso el detergente que usas puede ser un factor adverso.
· El sudor puede provocar irritación en la piel y comezón.
· Sustancias químicas, cosméticos o cremas que no sean adecuadas para tu tipo de piel también pueden traer problemas.
· En ocasiones la alimentación o la carga genética también influyen en su aparición.
· El estrés también puede causar irritación en la piel.
Cómo tratarlo
Lo más recomendable es que mantengas una rutina de limpieza facial adecuada para tu tipo de piel y que le aporte todos los nutrientes que necesita. Por ello es fundamental que la laves todos los días por la mañana y por la noche y después de hacer deporte, así como mantenerla correctamente hidratada.
La hidratación de la piel es fundamental, la Loción Hidratante para piel normal a seca de CeraVe , es ideal para ayudarte con la irritación en la piel; su fórmula ultraligera, mantiene la piel del rostro y cuerpo hidratada por 24h. Además, ayuda a restaurar la barrera protectora de la piel.
Es una loción hidratante ultra ligera y libre de aceites, se puede aplicar tanto en rostro como en cuerpo y se recomienda usar como una crema hidratante diaria, contiene ácido hialurónico que ayuda a retener la humedad natural de la piel.
Si has logrado identificar aquello que provoca la irritación de tu piel, lo mejor es que trates de evitarlo. Protege siempre tu piel del sol, de los cambios de temperatura bruscos y báñate o lávate la cara con el agua templada, ya que el calor puede agravar la situación.
Recuerda que si persisten las molestias es mejor que consultes a un experto.