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La comezón en el cuerpo es sin duda una señal de que algo no anda bien. Claro que la sensación de placer al rascarnos es inevitable pero no debemos pasar por alto que el origen puede deberse a una simple irritación o a afecciones más graves de la piel, por lo que esta picazón recurrente requiere de un cuidado inmediato.


Si tu piel además de comezón presenta resequedad, enrojecimiento, sensibilidad o algún tipo de erupción es importante que tomes acción hidratándola profundamente para evitar lesiones más graves o algún tipo de infección. Sobre todo si tiendes a rascarla mucho, considerarás hacerlo nuevamente una vez que sepas que las uñas están llenas de bacterias que pueden agravar el estado de tu piel.


¿Cómo reducir esta sensación de comezón?

Empecemos por lo básico, una limpieza adecuada para tu piel irritada. Al lavar tu piel, utiliza agua tibia, evita el agua caliente y baños prolongados pues no queremos lesiones mayores. Utiliza un jabón especializado para pieles sensibles y lava con delicadeza tu piel. Al terminar, cuida de no frotarla al secar y sólo permite que la toalla absorba el agua.


Ahora el paso indispensable, una correcta hidratación de la piel. ¿Cómo se logra? Utiliza una crema especial para piel seca o sensible, la cual te ayudará a crear una barrera de protección en tu piel. De preferencia utiliza cremas desarrolladas con dermatólogos como es el caso de la Crema Hidratante de CeraVe, pues su fórmula es suave y libre de fragancias que no producen irritación en la piel. Además, contiene ácido hialurónico, así como 3 ceramidas esenciales que te ayudarán a retener la humedad natural de la piel durante todo el día, aunque siempre podrás utilizarla más de una vez si sientes demasiada comezón. Considera que con el paso de los años, nuestra piel tiende a secarse, por lo que contar con una crema que hidrate profundamente es necesario.


Una vez que has lavado e hidratado tu piel, procura utilizar ropa ligera y no exponerte demasiado al sol sin protección, así como cuidar tus hábitos de alimentación para tener mejores resultados al cuidar de tu piel.


Toma en cuenta que existen otros factores que pueden estar provocando esa terrible comezón como el tipo de tela o ropa que usas a diario, la temperatura ambiente e incluso no tomar la cantidad necesaria de agua al día que el cuerpo necesita. Una visita al dermatólogo siempre será de ayuda en estos casos.


Mientras tanto, además de crear una rutina de limpieza y cuidado diario, distraerte con alguna actividad que sea de tu agrado, ayudará a que tu mente se olvide de la comezón y así evitarás las ganas locas por rascarte y lastimar tu piel.

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